miércoles, 23 de mayo de 2007

La semana pasada nos anoticiamos que habían incendiado el despacho del intendente de Bahía Blanca. Tanto el jefe comunal, como el radicalismo local, a lo que luego se sumaron el gobernador Felipe Solá y el mismo presidente Néstor Kirchner, rechazaron el "ataque a la democracia".


Claro, días atrás un loco (porque sólo un loco puede oponerse a esta majestuosa gestión presidencial) se revoleó con un camión rompiendo los canteritos con flores de la casa que K no puede visitar desde febrero pasado en su amada Santa Cruz.



El clima se enrarecía, tal vez fuera la derecha o la interna peronista la que incendiara el despacho del lord municipal. Hasta se planificó un acto de desagravio al que Kirchner adelantó que iría.

Hoy la policía confirmó que el incendio actuó como pantalla para disimular el robo de un cuadro de Quinquela Martín valuado en 100 mil dólares.

Ni matarlos quieren. Sólo tomar lo que se pueda. Tiene razón Cristina, es el fin de los relatos históricos.

6 gronchos opinaron antes que vos :

Anónimo dijo...

O sea el atentado con el camión sólo intentaba cubrir el robo de loas flores?

Bugman dijo...

El que incendia un despacho para cubrir un robo, es un groncho. Con usar guantes alcanzaba.

condarco dijo...

Está claro que querían ocultar que se habían robado el cuadro.

De perseguido político, el intendente podría pasar a imputado.

Claro, se necesitaría una Justicia independiente.

Anónimo dijo...

Apocalypto, qué grosa película.

Fabiana Bump dijo...

ocultr un delito con otro se llama in criminis causa.

El Señor de las Anecdotas (pero sin elfos) dijo...

que asco que me dan esos hijos de puta. a la mierda se va este puto pais