lunes, 17 de septiembre de 2007

Ya hemos opinado sobre los cumpleaños de 15. De los padres de púberes gorditas que hipotecan sus casas, se endeudan por años, o venden el automóvil familiar por darles a sus hijitas (y sus madres) ocho horas completas de alegría.

Una variante a esta interesante forma de creer que tienen una vida digna de ser recordada en un book de 200 fotos por $1.400 pesos, es la constituida por la legión de tipos y tipas que al acercarse sus treinta, cuarenta o cincuenta años, nos atormentan tratando de hacernos partícipes de “la fiesta”.

Visitan todas y cada una de las 29 mil entradas disponibles en Google de componentes para Fiestas. Es decir, desde un “cubano” made in Villa Ortúzar, pasando por dos odaliscas que están más para Cuestión de Peso que para Sherezade, hasta un mago que de sólo ver cómo está vestido, aun sin ver sus trucos, nos deprime hasta las lágrimas.

Y lo peor, el grupete conformado por los que hacen covers de temas “famosos”. Estos seres creen que si logran hacer bailar a los 100 borrachos de la fiesta, el paso al Madison Square Garden queda a la vuelta de la esquina.


Ahora está funcionando muy bien la contratación de estudiantes de las carreras de Bellas Artes para que toquen con instrumentos de Cámara temas de Bono, Kusturica o UB40. Una especie de Child´s War en Módena, pero sin Pavarotti.

Todos los protagonistas de estos servicios ODIAN a los invitados. Su venganza pequeña consiste en hacer participar a quien no quiere participar: en un truco de magia, en un baile pedorro con un gorro de Vikingo de PVC o con las palmitas.

Así va transcurriendo la noche que se hace más larga que la previa al desembarco en Normandía, esperando que mejorara el clima.

Luego entran los mozos vestidos de “italianos” repartiendo pizza. Los mismos, pero vestidos de gaucho, revoleando lomitos, y sí, los mismos con cara de emocionados, con la torta de la treintañera o cuarentona. Un sanguche, un baile, una tarteletta, un truco de magia, un pollito con hongos (¿Por Dios, no se les ocurre otro plato?), un video homenaje de la boluda o boludo de turno. Y lo peor, a veces se les ocurre dar un discurso de su vidita y la relación con los invitados ocasionales.

Hacia las seis o siete de la mañana, todos transpirados, medio borrachos, hartos de esperar algo como la gente para comer y rogando que bajen los parlantes, de repente, la fiesta termina. Y ahí empieza lo mejor: irse a dormir.

29 gronchos opinaron antes que vos :

Anónimo dijo...

Te olvidaste del trencito y el carnaval carioca.

¿O ya estabas borracho para esas alturas?

Anónimo dijo...

Algo detestable es el profesor de salsa, paran todo y uno tiene que seguirle los pasos

Ariana Aaron dijo...

Pero mire, usted, Mr Groncho!

Yo acabo de postear algo, no digo parecido, pero que tiene que ver con esas costumbres tan "modernas".

Anónimo dijo...

Lo peor, me parece que es el momento en que te invitan, sabiendo que no irás y te obligan, en nombre de la amistad, aunque no sea a más que poner cara de orto las ocho horas.

Cruella De Vil dijo...

Descripción digna de un "megaevento" organizado por la boluda total de Coti Nosiglia o alguna de las "profesionales" de Utilísima.
Yisus Craist!

Anónimo dijo...

Hay algo peor que una "wedding planner"?????

La mejor parte de una fiesta (de la cole) es cuando toca Kef, el resto es una sumatoria de clches, es cierto. Y los cumpleaños de 40 en un salón no tiene razón de ser, se festeja "a lo grande" a partir de los 60, o más. Antes, es al pedo.

Renegado dijo...

Detesto esa clase de fiestas y muy especialmente el insoportable momento del carnaval carioca con repartija de "cotillon" para que los grasas ridículos de los invitados se disfracen creyendo que son graciosísimos, cuando en realidad dan pena.
Y cuando hacen el trencito directamente los asesinaría a todos.
Si, soy medio asqueroso, pero bueno ...

Saludos.

Anónimo dijo...

Estimado Mr.G.: es cierto la grasada de las fiestas que menciona, aunque olvidó el tema de las despedidas de soltero.
Cuando yo era joven estaba de moda una comilona en el Palacio de la Papa Frita: matambre con rusa, canelones, rosbíf estofado y flan con dulce de leche y crema. Todo regado con tintos de dudosa calidás con su correspondiente chorro de soda. Café y whisky del peor.
Posterior: lucir el físico en puticlús aledaños y copas with girls que lo hacían hablar a uno de la vida. El regalo para el homenajeado era una de las chicas, que se iba de lo más chocho mientras la barra aplaudía a lo lejos y meaba autos y pateaba tachos de basura. Eso era vida. A la fiesta no nos invitaban, porque éramos los impresentables.
A mi me lo contó un amigo de un amigo de un amigo, que quiere que le diga.
Un abrazo.
Mr.J.
Pd: para la resaca, tomar mucha agua y descansar. Es lo mejor.

Anónimo dijo...

Nunca falta un tío viejo con la corbata como vincha.

capitanfla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Capitán: Es que hay veces que ejercen tanta presión social que no es posible decir no.

Más vale ir y tomarse todo para no sentir tanta tristeza ante tanta mediocridad.

Algunas se ponen buenas, pero son las menos.

Brunette dijo...

Sos un embole, Groncho.

¡¡Pe pe pe pe pepeeee!!

Marquito dijo...

Sos un evidente amargo.

Bah, yo siempre odié los casamientos, los quinces y toda la mersada esa...

DHA dijo...

Nada mas patetico que las viejas que festejan los 50 como los 15!!!!

Anónimo dijo...

A mí me gustan esas fiestas.

Me divierto viendo a las parejas "felizmente constituídas".

Los tipos les miran el culo a las pendejas.

Las minas se hacen las pendejas.

Cuando observas bien te das cuenta que no se hablan en toda la noche.

Y si mirás muy bien notás que se odian.

Y después se compadecen de mí que estoy, según su esquemático pensamiento, "sola".

Transpiran un rato al ritmo de un tema de La Mosca y se van a dormir culo con culo pensando que fueron felices.

Me extendí. Disculpas del caso.

Anónimo dijo...

El apogeo de la fiesta, cuando todos creen estar divirtiéndose, es el momento indicado para las barrita de C4 en bolsas de tachuelas.
Tanto Darwinismo inverso hace mal.

Opiniones Independientes dijo...

Se olvido del mural con la foto de la homenajeada/o/os, y la gilada que les deja un mensaje de amor para el recuerdo en esa mersada de foto.
Patetico!!!!!!

Martin dijo...

Que bueno veo que son varios lo que comparten mi pesamiento.
Tenia miedo que las tias gordas que mueven la celulitis por nada , borrachos y demas familiares aparatosos eran lo normal, el creul destino que me toca.

Anónimo dijo...

Yo me divierto a lo loco, con todo, los magos, los bailes, el morfi.

¿Estoy grave?

Geoffrey Firmin dijo...

Algo malo debe andar pasando para que todo sea motivo de festejo. La fiesta de treinta;la de cuarenta; la de los que se divorcian;los festejos importados como Halloween;los dos meses y cuatro días de novios; el after-hour; las raves interminables...No está mal divertirse, desde ya. Lo malo es cuando es prácticamente obligatorio simular un jolgorio o una alegría constante o, como le dicen ahora "buena onda". Alguien me recordó alguna vez que el sentido original de la palabra diversión era apartar, desviar*. Quizás habría que empezar a pensar un poco en lo que los divertidos de siempre llaman aburrimiento.

* Seguramente fue algún solterón borracho ya, en la fiesta de 16 años y 8 meses de mi primo que estuvo buenísimaaaaaaa.

Mensajero dijo...

gracias a dios a ninguno de mis amigos o aún, de mi pareja, se le ocurriría hacer una fiesta así. Algún que otro familiar...para cumple de 30 o 40, ¿salón?
salón nunca. salón es fiesta industrial, formateada, la antifiesta. fiesta era dionisios, baco, fiesta que alivia el malestar de aguantarse la cultura...fiesta es divertirse, no que te diviertan.
y al que no le de el cuero para ello, que haga reunión.

Fede dijo...

Ceci: excelente tu comentario. Coincido 100%!!!

Unknown dijo...

Siempre me pregunté algo... ¿quien es centro de estos "grandes" festejos realmente los disfruta?

capitanfla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Bueno, acaba Mr. Groncho de dar una descripción perfecta de una de las muestras más grandes del groncherío nacional. Las fiestas ultra mersas, sin dignidad, que sólo va la gente, no por el festejado sino por chupar y comer gratis a reventar: patético. Conocí un flaco que la verdad era bastante solitario, y un día me dice que acababa de festejar el cumpleaños con 120 personas...yo pensaba y este de donde sacó 120 personas? Bueno, habían ido vecinos vecinos, primas de amigas de no se qué, compañeros del trabajo de todo tipo, amigos del msn, bueno una fauna espantosa...a todo esto promotoras de energizantes, y canilla libre de cerveza....todo lo que engancha a la gente linda...
Lo peor es que esta gentuza después es tediosa con todo el mundo contándole las mil y una de su cumpleaños, como si fuesen Gardel, de terror.

Coincido con Capitán, se me pasan los fines de semana volando entre películas, algún libro, alguna cena con amigos (de los de verdad) o yendo a correr. Y a los lugares donde va "la masa" de gente sin personalidad y descontrolada, me ponen de la cabeza...no voy nunca ni con la orden de un juez"

Anónimo dijo...

Ya cuarenta?, estás hecha mierda.

No no puedo.Me voy el finde con un pendejo que conocí en el subte a Colonia.

El lunes te cuento y me contás.

Feliz Cumple!!!!

m. dijo...

no, pará, cuando llega el carnaval carioca ya todos estamos mal del pedo y nos peleamos por la banana-maraca. El sufrimiento es ANTES.

Anónimo dijo...

GRONCHO:¡LA REBELIÓN COMENZÓ!

Porque la apología de la evasión impositiva es un DELITO en Argentina.

Pasemos a la clandestinidad ya.

Llevaremos tu nombre, Groncho, como bandera a la Victoria.

¿Tenés ticket?

Roedor dijo...

Falta el momento en que los gorditos cantan "los piratas" y hacen trencito con la camisa salida y, como dice uno por ahí, con la corbata como vincha.

Hace mil años escribí algo por el estilo en mi blog, pero el groncho lo amplió conceptualmente y lo hizo más cruel.