
La muñeca no hace un carajo, pero entretiene.
Nosotros, como siempre, dormimos.
En Italia, los lavavetri son del sur, napolitanos, casi argentinos. La policía los muele a palos cada vez que los encuentran infragantis. Los tanos, que son de sangre caliente, ahora se dedican a prenderlos fuego, les arrojan bolsas de nylon con nafta, pero a lo que está el litro de Super acá, no va a andar. Convengamos que el planeta es demasiado grande como para circunscribirlo a Europa. Así que lo mejor es tomar los mejores ejemplos de las economías emergentes como la India.

porteño. Traducción simultánea. Estacionamiento propio.
Observamos con cierto estupor a una ciudad pujante que quiere ser detenida con leyes impracticables. Una ciudad con desarrolladores inmobiliarios como los que florecen en la Villa 31, en la 1.11.14 o en Pompeya, la nueva Puerto Madero, que no puede ser encorsetada por una legislación absurda.
¿Qué sería de Buenos Aires y de cualquier ciudad cosmopolita de la Argentina sin un vecino que amablemente se te acercara a manguearte una moneda, un cigarrillo, la bolsa del pan, la billetera o a la nena? ¿En qué quieren convertirnos, en Boston, en Winnipeg?

El avance de nuevos cuidadores desde el conurbano amenaza
a la fauna local que espera ser reconvertida.
Acá están en juego los puestos de trabajo de los compañeros trapitos y los ingresos de los jefes de calle de las comisarías de la Federal. Hay muchas familias apenadas por esta brutalidad legal.
No se puede negar que ha habido movilidad social en la Capital Federal, Los cirujas se hicieron cartoneros que ahora son trabajadores del Plan Cooperativas o de fábricas recuperadas que lamentablemente todavía no fabrican nada vendible. Otros se hicieron limpiavidrios.
Pero no puede pretenderse cambiar la idioscincracia de un Pueblo que de a poquito se fue acostumbrando a que un morocho con un diario enrollado o un trapito le cobrara por cuidarle el coche. De la misma manera que nos vamos acostumbrando a que un tipo se baje de la bici y se ponga a mear contra una pared.
La mejor opción es legalizarlos y dar créditos para los elementos de trabajo. No puede ser que una franela ande ya por los $5 y un detergente de morondanga no baje de los nueve mangos, mientras un balde profesional está en $12. Ya la escobilla es un lujo que no se pueden dar muchos trabajadores del Parabrisas. Y ni hablar del Paco que se fue por las nubes.

de trabajo que serán entregadas en el Plan "Un auto un trapito".
Argentina avanza. Saladita la Licitación: Cada kit sale $2.200
Pero es cierto que la cosa ya estaba un poco descontrolada. Ya había cuidacoches que eran cuidados por cuida-cuidacoches.

fuente genuina de ingresos ante el amarretismo
individualista de los que más tienen.
Pero hay que diferenciar. Existe el Trapito Pasivo, el que está parado en el medio de la calle o recostado contra uno de sus autos protegidos y te mira a los ojos y te hace un gesto con la cabeza, de lejos. Cuando volvés lo tenés al lado de puerta con cara de haberse peleado con 200 para que no te rayaran el auto. Como es un pobre tipo, arruinado y encima sin iniciativa, como todos nosotros, te cae bien y le dejás unas monedas.
Un poco por lástima un poco por proyección. Acá nunca se sabe. Por una mala decisión personal o del ministro de Economía, en cualquier momento podemos terminar peleándonos por el control de una calle con dos restobares. Lo que tenemos a favor es que como hemos comido medianamente bien los últimos años, podemos disputarle el territorio con serias posibilidades de ganárselo al anterior trabajador de la franela.
Esta versión de trapero generalmente está integrada por gente grande que no podría ahuyentar ni a un bebé con ganas de mearte una rueda. Pero no joden. Son gente simpática. Básicamente sobrevivientes de cuatro o cinco crisis económicas y por lo tanto uno debe brindarle respeto a los veteranos.
Está también el Trapito Vial. Este es el que más convencido de la utilidad de su servicio. Te indica desde 20 metros que hay lugar, justo donde lo ibas a estacionar. Te ayuda con indicaciones que sólo entiende él. En plena marcha atrás se pone a la altura del baúl, para cuidarte el paragolpes, como si fueras tan boludo de no poder estacionar sin su loable servicio. A veces pienso que están tan desperados que su única salida es que te los lleves puestos así pueden usar el seguro de mierda que tenés en el coche.
Viene con opciones: La variante administrativa es el que te deja un papelito en el limpia parabrisas que dice "Gustavo cuida tu coche". O te deja un número de un taloncito. ¿Será para reclamos? La variante ecológica te ofrece lavarte el auto por $9. Lo hace casi sin agua, con una botella de gaseosa por la mitad y un pedazo de almohada vieja. Pero al menos tiene iniciativa y le da valor agregado a su tarea principal.

trapero que no le raye el auto que pagamos los argentinos.
El Trapito recitalero es casi un servidor público. Como trabaja para la Policía Federal, debe ser considerado alguien que está prestando funciones. Y como todo lo oficial es en blanco, no se arregla con un par de monedas. Este arranca en los 10 Dólares y según quién toque esa noche se extiende a los 10 Euros. Tienen tanto trabajo que no pueden perder tiempo en decirte Buenas Noches o por favor. Directamente te indican que se trata de un 40 pero como no tienen cambio (¡Quién tiene cambio, por favor!) se llevan un 50. Son pobres excluidos sociales que ganan muy poquito y encima ayudan al Comisario.
También hay que negarse, como la progresía bienpensante, que pase la ley que autorice el uso de armas eléctricas. Macri te decimos NO a la Taiser, queremos que usen armas de verdad. No sea cosa que lesionen a alguien con una sobrecarga de voltios. Y ni pensar lo que podría ocurrir con Federales electrocutados si los agarra una inundación.

con forma de República Argentina que incluye las Malvinas.
Inminente presentación en Naciones Unidas.

rendición incondicional. Pero con honor.