Hace un año La
Plata se enfrentó a algo totalmente
desconocido e imprevisible. Hubo errores humanos que fueron
superados por la magnitud del desastre, por la falla de los sistemas que debían
alertarnos, la carencia absoluta de un plan de contingencia más allá del
voluntarismo de sus protagonistas. La inoperancia e inacción del Gobierno
Provincial y Nacional y la maldad maquiavélica, el cinismo y la hipocresía de
funcionarios como Daniel Scioli y Cristina Fernández que algún día deberán pagar por ello, además de otras miserias
humanas que describiré más adelante.
Pero también la ciudad fue testigo de impresionantes actos de heroísmo cívico de gente común realizando actos extraordinarios que intentaré contar. De la conmovedora solidaridad de cientos de miles de argentinos, de platenses que salieron a las calles a ayudar, a llevar una vianda de comida caliente, abrigo o simplemente palabras de consuelo. Los que ayudaron a sus amigos o compañeros de trabajo y estudio a limpiar sus casas, los que prestaron dinero para recuperar sus muebles.
Pero también la ciudad fue testigo de impresionantes actos de heroísmo cívico de gente común realizando actos extraordinarios que intentaré contar. De la conmovedora solidaridad de cientos de miles de argentinos, de platenses que salieron a las calles a ayudar, a llevar una vianda de comida caliente, abrigo o simplemente palabras de consuelo. Los que ayudaron a sus amigos o compañeros de trabajo y estudio a limpiar sus casas, los que prestaron dinero para recuperar sus muebles.
Estas líneas no pretenden tener valor
periodístico. Como lamentablemente debo trabajar para mantener mi escandaloso
nivel de vida, ahorraré tiempo evitando las citas y fuentes. Si a alguien le
interesa algo en particular las buscaré y las pondré a disposición. Las
grabaciones de audio a familiares de la gente que falleció ese día y que subiré
fueron tomadas por mí.
En la Capital Federal, a las cuatro de la tarde de ése 2 de abril, se decía por un canal de televisión, que la tormenta que había
azotado esa ciudad pasaría “cerca” de La Plata, restándole importancia al
fenómeno meteorológico. A esa hora –sin embargo- ya se habían cortado las
telecomunicaciones y la electricidad, y el agua comenzaba a entrar a torrentes
a los hogares de miles de platenses. Habíamos
quedado desconectados del mundo. Ni siquiera en la Capital Federal
sabían qué estaba pasando a menos de 60 kilómetros .
En
el informativo de las 19 de TN, un periodista mostró un mapa en el que se veía
que la tormenta pasaría "paralela a La Plata, por el río". En esos
momentos ya habían caído en la ciudad 250 milímetros y estaba ocurriendo la
peor tormenta de los últimos 10 mil años (por el nivel de recurrencia), según
científicos de la Universidad Nacional de La Plata.
Esa
tarde se desarrollaron en La Plata tres tormentas simultáneas, dos verticales y
una horizontal. Al agua que caía en la ciudad se le sumaba la que se descargaba
en el campo, en las afueras, pegado a la ruta 2, en la autopista a Mar del
Plata. Esa masa de agua es la que entró, por la pendiente, al casco a más de 40
kilómetros por hora, formando corredorres en Avenida 32, diagonal 74, 51 y 51,
en el arroyo El Gato, por El Regimiento que cruza el casco y se encuentra
entubado y el Maldonado en la zona de Villa Elvira.
Aquel
martes 2 de abril
El 2 de abril de 2013, el último día de un fin
de semana largo, amaneció templado en la ciudad de La Plata. Sólo caía una lluvia
tenue que se mantuvo desde las cuatro de la madrugada hasta las 11 de la mañana
en que cesó. Si bien esa media mañana el cielo se encontraba nublado nada hacía
prever el desastre que ocurriría ocho horas después.
Hasta las nueve de la mañana habían caído 21 milímetros y a las
11 ya no llovía en ningún punto de la ciudad. Desde ese entonces hasta las
cuatro de la tarde cayeron apenas 2.8 milímetros y una
hora después tarde unos 38 más. Una cifra manejable por las condiciones de
escurrimiento hídrico de la ciudad. Sin embargo ya había amplias zonas anegadas
que mostraban dificultades en la absorción.
Cuando comenzaba a anochecer, entre las seis de
la tarde y las ocho de la noche se desplomaron 225 milímetros y el
agua corría a gran velocidad, como ríos, acomodándose a los cauces naturales de
los arroyos que cruzan la ciudad.
Esa fuerza del agua, que circulaba por abajo,
pegada a las calles y veredas, es decir,
sobre los 40 o 50 centímetros de anegamiento, en algunas zonas, contrastaba con el espejo de agua que se
encontraba quieto, pero por bajo corría a más de 40 kilómetros por hora. Así
fue que arrastró a los vecinos que se encontraban caminando por la ciudad,
tratando de llegar a sus casas o queriendo evacuarse.
Tal el caso que registré de los familiares de un
vecino de calle 12 entre 37 y 38. Es el de un hombre que volvía en ambulancia de
hacerse una sesión de diálisis. Como el chofer del móvil tenía miedo de
quedarse empantanado, le ofreció bajar sobre la Plaza Belgrano y que caminara 60 metros
hasta su casa. Eran aproximadamente las 19. El agua estaba calma, una vez que el
vecino pisó suelo fue arrastrado por la corriente que no se veía en la
superficie.
También ocurrió con una vecina de la zona de 17
y 45. La señora, mayor, puso sus papeles importantes en una bolsa de residuos,
cargó su perrita y salió en la oscuridad. Fue arrastrada por el agua que corría
por debajo. También falleció.
Cuánto
llovió
Según el Departamento
de Sismología e Información Meteorológica de la Facultad de Astronomía de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ese 2 de abril cayeron 392 milímetros de
agua, más del doble de lo llovido el 11 de marzo de 1930, récord histórico
hasta esta última tormenta. En dos horas, entre las 17 y las 19, cayeron 225 milímetros .
El informe destaca otros registros históricos de
las mayores lluvias registradas en un período de 24 horas a partir de 1909. El
11 de marzo de 1930 cayeron 173,8 milímetros ; el 18 de enero de 1910
cayeron 162,0
milímetros , mucho menos que los 392,2 contabilizados ese
martes.
Para tener un valor de referencia, la media en
La Plata para marzo, el mes más lluvioso, es de 111 milímetros . La
tormenta cuadruplicó ese valor en un día. La caída de agua histórica para todo el Otoño
(marzo, abril y mayo) promedia los 257.8 mm .
Video tomado por un periodista de Cablevisión a dos
cuadras del canal la noche del 2 de abril
Los alertas que no funcionaron
Hacia las 15 de ese día, más de 120.000 usuarios de EDELAP se encontraban ya sin suministro
eléctrico, la señal de la telefonía celular actuaba interminentemente y en amplias
zonas de la ciudad directamente no funcionaba. Fenómeno que siguió durante
varios días posteriores. De igual manera se interrumpió el servicio de la
telefonía fija. Al carecer de suministro eléctrico no había conexión a Internet
ni señal de televisión. Sólo las radios a pilas permitían recibir algo de
información local aunque la mayoría de las emisoras locales estaban también
desconectadas.
Un caso a destacar es el de la humilde radio FM
Gonnet que transmitió durante esas horas manteniendo informados a los vecinos
de la zona norte de la ciudad que desconocían el drama que estaba ocurriendo
del otro lado del arroyo El Gato.
Cuando anocheció, en el peor momento de la
tormenta, la ciudad se encontraba virtualmente desconectada del resto del país.
Incluso dentro de la misma ciudad, barrios alejados del área más afectada y
otros cercanos a ellas, no podían evaluar correctamente la situación al carecer
de medios de comunicación.
Al punto que el miércoles 3 de abril, con media
ciudad devastada, miles de platenses comenzaron el día de manera normal, muchos
tomaron la autopista en la bajada de Punta Lara y en Villa Elisa sin
dimensionar lo que ocurría. Se veía el agua correr por los arroyos y los campos
pegados a la autovía anegados, pero no era posible entender el cuadro global. O se sorprendían de que no hubiera transporte público para ir a sus ocupaciones.
El último informe del Servicio Meteorológico
Nacional (SMN) emitido respecto de la región del Gran La Plata se realizó en las
primeras horas de ese 2 de abril, y no preveía mayores dificultades. Diez horas
después, con la ciudad en el peor momento de su historia el SMN no informaba
anormalidades.
Días después el director del SMN, Héctor Ciappesoni, admitió que por
cuestiones técnicas de “incomunicación” con el radar de Ezeiza, ese organismo “no pudo dar el alerta a corto plazo” para
advertir sobre la ferocidad del temporal que se precipitó en La Plata, y
aseguró que de haber estado comunicados con el radar, habrían adelantado el
fenómeno climático y su intensidad. Admitió que no tuvo esos datos desde las 5
de la mañana del día dos, hasta las ocho del miércoles tres de abril. "Tomamos conciencia
del evento más tarde", dijo.
Los
alertas de la ciudad
En esas condiciones los teléfonos de asistencia
de la Municipalidad de La Plata comenzaron a registrar los primeros alertas
y pedidos de ayuda a las 15.03 de
ese 2 de abril.
El alerta temprana de la ciudad actúa sobre
diversas fuentes de información, la más importante en esa época eran los partes
del Servicio Meteorológico Nacional que como se dijo, no estaba conectado ni
brindando información desde 10 horas antes.
Los delegados municipales extendidos en los
barrios de la ciudad constituyeron la información denominada “segura” en el
protocolo de Emergencia. De igual manera se recibieron información del 0800 que
constituyó información “posible” ya que requiere confirmación.
También se registraban datos objetivos desde el
sistema de Monitoreo Público Urbano que detectó las primeras emergencias
mediante sus cámaras de seguridad que se mantuvieron brindando información
mientras el servicio eléctrico funcionó, luego, también la municipalidad se quedó sin datos.
Con los datos brindados por observadores
territoriales, la municipalidad decretó el ALERTA NARANJA a las 16.10 del 2 de
abril y se convocó al Comité de Emergencia Municipal.
El intendente municipal, Pablo Bruera, se
encontraba de vacaciones por el fin de semana largo, en el sur de Brasil.
También se encontraba fuera de la La Plata el gobernador Daniel Scioli y la
mayoría de sus funcionarios. El día anterior se había conocido que Mauricio
Macri y su jefe de gabinete, tampoco estaban en Buenos Aires. A diferencia de
ellos, Bruera no tenía vuelo directo para regresar. Por eso lo hizo en las
primeras horas de la mañana del 3 de abril. Tampoco lo tuvo el jefe de gabinete de la Ciudad Autónoma, Rodríguez Larreta quién volvió de Turquía tres días después.
Aun con su ausencia, según las actas a las que
tuve acceso (y que tiene en su poder @relatodpresente, a las 17.40 ya se
encontraba reunido el Comité de Emergencia y tras evaluar la información que se
aportaba se declaró el ALERTA ROJA y se comunicó el nivel de catástrofe a los
gobiernos Nacional y Provincial.
Cerca de las 18.30 se constituyen en el Comité
autoridades provinciales del Ejecutivo bonaerense, Policía, Bomberos, militares del Regimiento 7 de Infantería y Defensa
Civil, y cerca de la medianoche arriba el secretario de Seguridad de la Nación
junto a personal del Ejército argentino y los ministros de Seguridad y de
Desarrollo Social de la provincia.
En esos momentos, miles de platenses que habían
trabajado en el feriado intentaban llegar a sus casas. Una alumna mía de la
universidad, había salido a las 15 de su trabajo en el Burger King del centro
platense para dirigirse a su casa en el barrio de Los Hornos. Tardó dos horas
en llegar a Plaza Moreno, a nueve cuadras del local de comidas rápidas. Allí,
según relata, el agua parecía un río de montaña corriendo por las calles 51 y
53, a los costados de la Catedral y otro río que bajaba por la diagonal 74
desde el Cementerio local. Avanzó nadando y agarrándose de picaportes y rejas
unas 15 cuadras más hasta que, supone que cerca de las ocho de la noche decidió volver
dejándose llevar por la corriente.
Ya en el centro se dirigió a la casa de un tío
para pedirle pasar la noche allí. El hombre que estaba sin electricidad e
incomunicado pensó que su sobrina se había peleado con sus padres. No creía ni
podía entender lo que estaba ocurriendo a 20 cuadras de dónde se encontraba.
Los arroyos que cruzan la ciudad de La Plata
Incendio
en Destilería
Con la ciudad a oscuras, sin comunicaciones, con
miles de platenses arrinconados en sus casas o desguarnecidos en las calles, el
incendio de la Destilería de YPF en la ciudad de Ensenada insumió la operación
de 30 dotaciones de Bomberos de diversos lugares del gran Buenos Aires que se
habían dirigido a La Plata para asistir en el rescate de los inundados.
Recién a partir de las cuatro de la mañana del 3 de
abril, los hombres que habían trabajado durante ocho horas en la destilería, a
pesar del cansancio, se sumaron al operativo de rescate de los vecinos de La
Plata.
El agua que subía de nivel arrastraba en
superficie combustibles que entraron en contacto con el fuego del horno
catalítico de YPF produciendo un incendio que amenazaba con hacer explotar los
tanques de miles de litros que se encontraban, los más cercanos, a 80 metros de distancia. Para entender la falta de información basta el comentario de que cientos de vecinos de la región se acercaron para ver el incendio.
Destilería de La Plata, delante del incendio los contenedores de gas
Allí, en medio del caos y el temor, un ingeniero de planta decidió accionar
unas compuertas clandestinas construidas a principios de los años 80 en el canal
que corre paralelamente a la Avenida del Petróleo y que a su vez conecta
Berisso con la ciudad de La Plata. Esas compuertas, cuya existencia ha sido negada, pero
que incluso el concuñado de una víctima que había trabajado en YPF hasta 1996
me refirió personalmente que existían, selló la salida del agua hacia el Río
Santiago en Ensenada. Por eso el agua que bajaba por las avenidas se topó en la
zona del Bosque, ahogando a cientos de animales del Zoológico local y causando
al menos cinco víctimas fatales en la zona de 2 y 60.
Lo
que llovió “salió de rango”
El ingeniero hidráulico Marcelo Rastelli de Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos
Aires estableció que la curva de recurrencia de la lluvia del 2 de abril se
“salió de rango” era de más de 300 años. Por más de 300 años debe entenderse entre
301 o 700. “Es algo que no existe, la lluvia que se toma como patrón para hacer
un desagüe tiene una recurrencia de dos años; la de una alcantarilla es de 10,
la de un puente vial es de 50, y la de un puente ferroviario es de 100” .
“El estudio de la recurrencia, que sólo concibe
determinar las tormentas esperables -esperables y concebibles-, no tiene más de
un siglo en la Argentina, por lo que nadie puede saber si hace 5.000 años o 10.000 no hubo en el sitio que hoy llamamos La Plata una lluvia apocalíptica como la
que tuvimos”, refiere Rastelli.
El
rescate humanitario
Entre las primeras horas de la tarde del 2 de
abril la municipalidad reunió y sacó a la calle a más de 400 agentes operativos
en 84 vehículos. La desesperación hacía que no midieran que entrando a zonas inundadas los camiones se quedarían empantanados, cosa que ocurrió.
A medida que las horas pasaban se sumaron más trabajadores e
inspectores hasta alcanzar, a las ocho de la mañana del 3 de abril casi 900 personas, 150
vehículos y 28 embarcaciones ligeras. Aunque es más que evidente que la Municipalidad no estaba preparada para asistir a cientos de miles de vecinos. Policía de la provincia, Prefectura Naval
y otras fuerzas de Seguridad también fueron incorporando personal a medida que éstos
podían salir de sus casas y acercarse a sus dependencias ya que el transporte
público se encontraba paralizado. Parte del drama del rescate en las primeras horas fue que quienes debían participar de los operativos, también estaban inundados.
Varias víctimas, según mis cuentas, al menos
ocho, fallecieron tratando de llegar a las casas de sus familiares para
verificar que ese encontraban bien. Tal el caso de un hombre que fue
encontrado fallecido dentro de su auto en el distribuidor. En este caso hablé
personalmente con la hija que vive en la zona de 2 y 57, y con un muchacho que
estaba en su coche también en el distribuidor esperando que amaneciera. El
joven contó que vio el auto que estaba a metros del suyo. Cuando comenzó a clarear la
gente salió de los autos. Como de ése no salían se acercaron a ver y
allí estaba, el hombre fallecido, creo que de hipotermia y la esposa desmayada. Aunque la hija, una
abogada platense, cree que se ahogó ya que su madre contó que el agua se metió
casi hasta el techo del vehículo, se supone que murió de un infarto.
En otras entregas contaré más casos recibidos de
primera mano y subiré testimonios que grabé de familiares de fallecidos.
El
día después
El amanecer del miércoles 3 de abril encuentra a
miles de vecinos que pasaron esa noche en sus techos o cobijados en casas de
familiares y amigos, atrapados en esquinas de la ciudad o estacionados en
sitios altos como plazas y ramblas.
Con las primeras luces del día, La Plata luce un
panorama desolador y se confirman los primeros fallecimientos de vecinos.
Personal de Prefectura Naval, Ejército argentino, Defensa Civil y agentes de la
Municipalidad continúan con las evacuaciones y ya se disponen de centros de
asistencia integrados por ministerios provinciales, asistencia nacional y la
estructura comunal.
Mientras aun se discutía en los medios de
comunicación las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires, el país y parte de
la propia ciudad comenzaba a enterarse de la devastadora tormenta que había
azotado a La Plata. En esos momentos comienzan los primeros preparativos para
el más impresionante rescate humanitario que haya registrado la Argentina.
Esa mañana aun permanecía cortado el acceso
desde la zona norte al casco de la ciudad; Tolosa y Ringuelet aun estaban bajo
el agua que no escurría hacia el río de la Plata, en parte, por el taponamiento
del arroyo El Gato. La limpieza de ese arroyo, como del Maldonado y otros de
la ciudad estaban en manos de la "Cooperativa Néstor Vive en nosotros", según un
acuerdo firmado por los ministros Julio de Vido y Alicia Kirchner por Nación y Alejandro Arlía, por parte de
la provincia de Buenos Aires, por valor de $3.700.000 en 2012. Ya volveré sobre este tema.
Miles de platenses esperaban en los techos, desesperados, incomunicados, muertos de frío, la ayuda que no llegó. Un damnificado de Villa Elvira me contó que pasó la noche junto a dos vecinas en el techo de un baño de 1.20 x 1.20, de material ya que las casillas se las había llevado el agua. Para mantenerse de pie y no caerse por el frío y los calambres se ataron con los cinturones y pañuelos entre ellos. Hacia las nueve de la mañana escucharon el motor de una lancha y comenzaron a darse valor a los gritos, entre ellos y a otros vecinos que estaban en sus mismas condiciones. Cuando la lancha se acerca su motor queda enredado en un cable que se usaba de tendedero de ropa y se la lleva la correntada. Esa lancha apareció en el Río de la Plata, donde sus ocupantes fueron rescatados a la tarde. Eran bomberos de Zárate que habían llegado en la madrugada y venían de trabajar de la zona de la destilería de YPF.
Un muchacho, de apellido Ruíz, cuyo padre y sobrino luego cayeron del techo y se los llevó el agua, durante la noche en la zona de Villa Elvira, cuando la casilla de madera en la que vivían cedió a la presión del agua, me contó que le decía "papito aguantá, ya van a venir a ayudarnos". Cuando finalmente pudo comunicarse al 911, cerca de las nueve de la mañana, la operadora le cortó la llamada diciéndole "ya van a ir, déjense de joder". Estaban solos. Siempre lo estuvieron.
Bomberos y policías demoran el levantamientos de
cuerpos esperando la autorización del fiscal.
Hacia las 11 de la mañana del 3 de abril el silencio en el centro de la ciudad era ensordecedor. Ni una bocina, nadie hablando en voz alta. Silencio. A esa hora el ministro Ricardo Casal se reunió con la procuradora María del Carmen Falbo y acordaron que los cuerpos que se levantaran de la vía pública y se extrajeran de los domicilios particulares no serían denunciados como muertes dudosas para no recargar el trabajo de la Fiscalía de turno. Esa orden circuló mediante un radiograma a todas las comisarías de la ciudad.
Ahí comenzaba la faena del ocultamiento de la tragedia. Días después el propio gobernador Daniel Scioli daría por cerrada la lista de fallecidos.
Gracias por la vuelta Groncho, muy claro tu artículo y esperamos que se repita con más frecuencia. Igual no deja de ser culpa de Magnetto y los medios.
ResponderBorrarAbrazo,
Terrible tu relato, pero cierto. Que horror, estamos a la buena de Dios, quien está terriblemente ocupado .
ResponderBorrarTG impresionante. Espero la segunda parte y que algún medio lo levante y que te entreviste
ResponderBorrarMuy bueno. Aporto el vergonzoso recuerdo del tuit trucado de Bruera, mostrándose trabajando cuando en realidad aun estaba en Brasil.
ResponderBorrarAbrazo.
Muy bueno. Aporto el vergonzoso recuerdo del tuit trucado de Bruera, mostrándose trabajando cuando en realidad aun estaba en Brasil.
ResponderBorrarAbrazo.
Muy buen texto... se extraña leerlo! ah, y al boludo que lo arrobó en twiter diciendo que era muy largo... como se nota que no lo vivió! la peor y más larga noche de mi vida, resumida en 5´! (Ni bien movistar se digne a darme señal de internet, lo putearé, como corresponde!!!)
ResponderBorrarJosefina
Maestro:
ResponderBorrar1. Un placer volver a leer sus artículos.
2. Lo felicito por hacer una descripción racional. Encomiable. A medida que uno lee (usted nos fue teniendo al tanto en tiempo y forma) surgen las emociones. Ira principalmente.
3. Es obvio, ya lo sabíamos. Siempre lo supimos, que de los responsables formales sólo se puede esperar negligencia, impericia, ineptitud, mala fe, cinismo, crueldad, corrupción/latrocinio/choreo/abusi/fraude y básicamente, cobardía. Como usted siempre dice, no deja de asombrar la falta de empatía por el dolor ajeno.
4. Todo lo que estas personas con responsabilidades formales hicieron está tipificada en el Código Penal de la Nación (al menos el actual). Por lo que siguiendo su consigna: juicio, cárcel común, recuperación de bienes para la Nación.
Con admiración, esperamos las próxima entrega.
Me uno a los votos de Hege.
Un abrazo
Algo más: leés la nota y te ponés a llorar. Es muy triste lo que pasó. Y aquí como en todo "ESTAMOS SOLOS".
ResponderBorrarGracias
Buenas tardes!! Me encanto el artículo, es muy interesante y da mucha información al respecto. Me gustaría que publicaras la segunda parte, me interesa mucho este tema.
ResponderBorrarGracias por la información.
Yo sigo sorprendido por la poca repercusión mediática, y política, que tuvo el fallo el Juez Arias; el cual confirma el ocultamiento.
ResponderBorrarMe pregunto si desde los medios, considerados opositores, se estará protegiendo a Scioli. Cuesta entender que esto no este tronando en todo el país.
Me cuesta entender, incluso, como los Platenses no están prendiendo fuego la gobernación con todos adentro.
Puedo entender la falta de previsión en cuanto a los procedimientos de crisis. Esta probado que fue una situación histórica, y que somos una sociedad que vive al día. Pero con el hecho consumado, ocultar cadáveres es de una maldad que cuesta describir.
Un lujo. Que país divino
ResponderBorrarGracias por esta nota. Durísima realidad.
ResponderBorrarJuicio Político y destitución a los funcionarios tanto Bruera como Pacharotti que esaba a cargo del municipio por su ausencia. Si el Concejo Deliberante no hace nada es cómplice
ResponderBorrarMuy bueno pibe !. Gracias.
ResponderBorrarGracias por volver Mr Groncho , no sabe cuanto lo extrañaba!!
ResponderBorrarGracias Mr por su claridad. A un año, reflotando imágenes y relatos, lo que me entristece además del recuerdo, es que si esa lluvia monumental algún día vuelve, todo sería igual. Los daños, el desamparo, las no respuestas, la falta de anticipación. Todo.
ResponderBorrarTristisimo. Mi espadita justiciera de Mafalda, la que todavía inocentemente creo que se puede levantar a diario para vivir mejor, todavía anda húmeda y con hongos, como las paredes de cientos de vecinos. :(
Espero la 2da parte. Muchas gracias
La ayuda individual y en grupos espontáneos de la gente fue una cosa extraordinaria que superó aún a la solidaridad con la ciudad de Sta Fe en que el estado por entonces se organizó mejor utilizando hasta los galpones y la vía de Retiro.
ResponderBorrarDe esos días recuerdo con especial bronca a estos tres que declararon:
ResponderBorrarBruera "trabajando" cuando no estaba.
Alicia "trabajando" cuando NO estaba.
y el peor, Mariotto, que desde su agencia de noticias anunciaba que estaba trabajando y TAMPOCO estaba.
Felicitaciones aunque paradójico por mantener vivo un recuerdo de tanta muerte.
ResponderBorrarMe ha provocado un profundo dolor, indignación y angustia.
Dolor por aquellos que perdieron lo que que habían construido (unos cuantos la vida).
Indignación porque hace ya un año y nadie ha asumido ninguna culpa ni tampoco los resortes de un estado de derecho han logrado responsabilizar. Casi ha pasado desapercibido el fallo que confirma el ocultamiento de muertes.
Angustia porque nadie nos garantiza que algo así no vuelva a suceder.
Solo nos queda apelar a la herramienta más poderosa de la democracia: el voto, para castigar a los responsables que creen que en un o dos años pueden expiar sus culpas.
Fuerte abrazo a los hermanos platenses.
TG, qué triste leerte. No sólo porque lo contás descarnadamente y eso duele, sino porque, como comentaron más arriba, si vuelve a llover, será todo exactamente igual. Es una perversa orfandad que choca con el discurso político de una manera brutal.
ResponderBorrarCoincido en que lo peor, después de la tragedia, fue el uso político que se hizo y se sigue haciendo. Los fondos que el patotero Moreno juntó siguen en el banco? <---pregunta retórica.
Welcome back, BTW. :)
excelente crónica, sumamente triste, como la realidad... gracias!
ResponderBorrarDon Groncho, no se como es la cuenca en la zona de la plata, ni tampoco como trabajan los meteorólogos en la zona, pero si se que a menos de 50 km de la plata el 31 de mayo de 1985 llovieron 300 mm o mas, no recuerdo la cifra exacta.
ResponderBorrarPara hacer la recurrencia de una cuenca, para determinar los desagües de una ciudad, camino o lo que sea no solo se toma el pluviómetro del lugar sino también los de alrededores, mas en una zona llana como esa.
Lo de la plata simplemente fue homicidio, que lo quieran cubrir como extraordinario con ayuda de la universidad y otros técnico es realmente que acá se tragan todo y no escupen nada.
Saludos.
zorba
Es en las peores tragedias cuando salen a relucir las miserias humanas. Por suerte, existe gente que pone garra para ser excepción a esa regla.
ResponderBorrarQué bueno que haya vuelto, señor.
Abrazo.
Groncho, un placer tenerlo de nuevo. Luego de lamentarme por todo lo que sufrió la gente de La Plata Tolosa, libero mi indignación y dejo este exabrupto:
ResponderBorrarEste es el precio que paga una sociedad disoluta e indolente, que vota y celebra a una manga de ineptos, mafiosos y delincuentes. Pero OJO; al igual que en Venezuela, estos H de P no llegaron al poder a punta de pistola, los votó la sociedad, con un de los mayores porcentaje de votos. O asumimos seriamente que nos equivocamos y luchamos por cambiar y asegurar que estos tipos vayan en cana y les sacamos todo lo que se robaron, o esto recién empieza. Lamento decir, que se viene más de lo mismo; ojalá me equivoque JUAN
Un placer leerlo nuevamente, Don Groncho.
ResponderBorrarLástima que hoy no nos saca una sonrisa. Se me hiela la sangre pensando en los platenses.
Espero la continuación con ganas... y mucha bronca.
Groncho, qué bien me hace tu vuelta. No abandones la Olivetti, seguí escribiendo.
ResponderBorrarGronacho, qué bien me hace tu vuelta. No abandones la Olivetti, te necesitamos. (no sé, pero hace instantes escribí un comentario prácticamente igual, pero al intentar publicarlo algo raro sucedió. Bienvenida sea la reiteración)
ResponderBorrarRecordando a Juan domingo
ResponderBorrarhttp://tapas.clarin.com/tapa.html#19551001
Me cago profundamente en todas las gargantas de los peronistas muertos, vivos y por nacer.
ResponderBorrarno me rei.
ResponderBorrarquizás te lo hackearon
Setenta años de peronismo salvo breves intervalos.
ResponderBorrarPrimero hay que entender quien es uno mismo.
No importa el nivel del desastre social, económico y político.
ResponderBorrarInevitablemente el pardo cabeza encubre la parte que no le conviene.
Me cago en la boca de todos los peronistas muertos, vivos y por nacer.
Guillermito, andate a la puta que te parió.
Terminé de leer todo el artículo y espero la segunda edición sobre el tema. Aquí ante los testimonios de un platense con señas y señales no caben ni las bromitas tontas de Adenoz ni los subterfugios lógico-retóricos de otos blogueros que alineándose con el actual gobierno pretenden dar cátedra de ética y revolución cuando está todavía latente el dolor de la gente por la imprevisión, la desidia y la irresponsabilidad de generaciones de dirigentes políticos que pudiendo hacer algo antes no lo hicieron.
ResponderBorrarAunque también hay que poner acento en la incultura cívica de la gente que tapa con basura los desagües de recolección de aguas pluviales. Aquí en Salta, en el barrio El Tribuno hay desagües en las esquinas pero se hallan tapados con basura que la gente arroja sin importarle el daño que hacen ante cada lluvia estival fuerte como son comunes en esta parte del NOA. Igualmente creo que ocultar información y datos de muertos por este desastre que espero no se repita, no es más que una acción criminal por parte de las autoridades.
Esto es un relato de los hechos que destruye para convalida la vieja frase "la corrupción mata".
ResponderBorrarPara la gilada que cree que la corrupción es un mal menor, o algo que hay que aceptar, o roban pero hacen, o alguna estupidez de ese estilo sepan que la corrupción (además de la ineptitud, la neglicencia, etc) MATA!!!
Saludos
Sebastián
Lo lamento muchísimo por las víctimas. Pero más allá de eso y a pesar de la cantidad de héroes anónimos, que los hubo y muchos, vecinos que ayudaron sin escatimar esfuerzo, debemos reflexionar acerca de que esta sociedad está pagando el precio de ser indolente a la hora de elegir sus dirigentes y de exigirle. Desde hace 30 años se viene eligiendo, reeligiendo y festejando a una banda de ineptos y corruptos. ¿Y saben que?, no tomaron el poder a punta de pistola ni por la fuerza; fueron elegidos con mayoría histórica. ¿Y saben que?, lo que viene es más de lo mismo. Lamentablemente lo pagan los más débiles - JUAN
ResponderBorrarCómo carajo se convive con esto?
ResponderBorrarCómo pueden los cómplices de la MAYOR HIJAPUTEZ que puede concebir un ser humano, que es borrar el derecho al recuerdo de un muerto, apoyar su cabeza y dormir tranquilos?
Qué mente pusulienta y corazón de teflón puede esconder los muertos debajo de la alfombra?
Personas, familias, sueños, historias de vida, sufrimiento. Todo escondido por el interés político del poder de turno.
Recuerdo esa noche como si fuese hoy. Y recuerdo tu crónica en vivo por otro medio. Recuerdo cuando nos decías hay muertos flotando a la deriva...
Por cuestiones laborales me tocó estar con algunos de los que sufrieron la tragedia. Escuché sus historias, su bronca, su impotencia y el desamparo: antes, durante y dsps.
GRACIASSSS! Groncho por rescatar del olvido a las víctimas, por ponerles nombres y apellidos y recordarnos que detrás de las mentiras del gobierno: había personas de carne y hueso.
No creo mucho en favores divinos, pero si estoy convencida que con esto tu karma cotiza en oro.
Abrazo enorme, querido Groncho.
Moni
PEON GORDO
ResponderBorrarArgentina pelea palmo a palmo con Haiti. Gracias al Coronel Cangallo, una manga de inadaptados corruptos se llenan los bolsillos y manejan BMW con la guitar del pueblo. No zafa un peronista...Sola, Fernandez, Kirchner, Duhalde, Menem, Ruckauf...no zafa uno.
Terrible Mr. Groncho. Simplemente corroboró todo lo que suponíamos, lamentablemente.
ResponderBorrarCompañero, siga conectado. Le hace falta a la República.
¿Que pachó? ¿Acaso soy persona non grata en el blog que no me publican mis comentarios? Puse anteriormente que me solidarizo con el sufrimiento de la ciudadanía platense y que me parece aberrante la desidia y la irresponsabilidad de los dirigentes para solucionar definitivamente el problema de las inundaciones. Existe tecnología civil japonesa adecuada para almacenar el agua de desbordes, en el caso de ellos por tifones y monzones que afectan cotidianamente ese bello país. Es cuestión de gastar o invertir en la adquisición de esa tecnología para preservar la seguridad civil y la paz de los platenses. Pero si se roban el dinero destinado hasta para la ampliación y construcción de neuvas carreteras, que se puede esperar de esta gente. Auditoría y procesamiento ya.
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