El Elvis Rojo

Para la sección Corriéndolos por izquierda, el ala Bolchevique de Todos Gronchos presenta a Dean Reed.

Al Elvis Rojo lo descubrí de casualidad en San Petersburgo en 1991 cuando recorriendo el Museo de los Héroes de los Partidos Comunistas del Mundo, a pasitos de dónde está amarrado el buque Aurora, pregunté en watusi dónde estaba el pabellón de John Reed, el autor de Diez días que conmovieron al mundo, entre otros y quién es el único extranjero enterrado a los pies del muro del Klemlim. Terminé en la sala de Dean Reed donde -entre otras- había una foto suya junto a Palito Ortega y Evangelina Salazar.

Dean Reed fue un actor y cantante yanqui nacido en California, a quién algunos recordarán por su versión de La Bamba, otros porque fue el guacho que le sopló a Evangelina al muchachito tímido que interpretaba Palito Ortega en la película Mi primera novia (1966).

Reed tuvo su propio programa de TV en Argentina y luego fue expulsado por la dictadura de Onganía. Vivió en el Chile de Salvador Allende, España e Italia, donde filmó docenas de Spaghetti Westerns; para terminar sus días en Alemania Oriental.

En 1971 invitado por la Konsommolkaya (Organización Juvenil Socialista) de la URSS dio un concierto en Moscú y se constituyó en el primer cantante en interpretar canciones de Elvis Presley y los Beatles tras la Cortina de Hierro.

Al Elvis Rojo cualquier bondi lo dejaba bien: Combatió en Vietnam, Palestina, Camboya y Nicaragua, donde alternaba sus recitales con su participación armada.

Nunca un artista superó en concurrencia sus recitales. En el Smailovski Park de Moscú, en 1977, actuó frente a más de dos millones y medio de personas. Dean Reed fue un tipo increíble, fruto de la Guerra Fría, cuando uno de cada tres habitantes del planeta era comunista.

Cantó en más de 40 idiomas y hablaba fluidamente 12. Podía dar un recital en Ulan Bator, capital de Mongolia para pastores de cabras y a la semana siguiente actuar en Roma frente al Primer Ministro italiano.

Su muerte fue tan polémica como su vida. La noche previa al comienzo del rodaje de su película número 49, a mediados de 1986, apareció flotando en un lago en las afueras de Berlín.

Si bien estaba deprimido (ésa fue la versión oficial, la del suicidio), familiares y amigos sostienen que recibió un corchazo con un cartucho de madera o plástico en la sien, muy típico de la CIA y también del KGB por aquellos años.

Es que la Corte Suprema de los EEUU estaba a punto de sentenciar que a pesar de ser un reconocido comunista, no había impedimento legal alguno para que pudiera volver a su país, cosa que sistemáticamente se le prohibía desde 1969.

Hacia el final de éste video se lo ve caminando con la guitarra en una mano y empuñando una AK47 Kalasnicov en la otra, en Palestina.

En 2008 Tom Hanks anunció que protagonizará una película sobre su vida.

Dentro de los impresionantes avances para la humanidad y a la vez tragedia que significó la URSS rescato a este artista que fue ocultado y silenciado en Occidente y era más conocido que Los Beatles en la otra mitad del mundo.

Sin abrir juicios de valor sobre sus ideas hay que reconocer que el tipo la vivió.