¡Estalló el verano!

Arranca el año en La Balandra, el balneario Top del pobrerío en Berisso. El lugar es de ensueño. Del otro lado del río está la exclusiva Santa Ana, cerquita de Colonia del Sacramento el mismo paisaje pero con precios un poquitín más caros. Este año ganó nuevamente la licitación un grupo de supermercadistas chinos. Se van a llenar de oro mientras el empresariado local ya no se presenta porque lo cataloga de mersón. El finde pasado se calcula que fueron 30 mil personas a 7 pesitos la entrada.

Colectivos hechos pelota con varias familias adentro, autos sin patente ni pintura comparten la sombra de los sauces con O Km de 30 mil dólares. Hay familias donde la abuela tiene 48 años, la madre jefa de hogar 32 y la nena de 15 que acaba de tener un bebé divino. Hay algunos tipos pero no se entiende bien de quién son pareja, si de la abuela, la madre o la nieta. Muchos pibes de la misma edad que pueden ser hermanos, tíos y sobrinos entre sí, se bañan como pajaritos mientras otros hacen windsurf o andan con sus motos de agua.


Está lleno de gente de Dominico, Ezpeleta y de toda la zona sur. También muchísimos platenses que se quemaron los ahorros para ir a Dubai siguiendo al Pincha. Si la Bristol en Mar del Plata es el paradigma de la Argentina, La Balandra es el arquetipo de lo que quedó de ella.

"Vieja vamos a ver pasar el Dakar", agarran los pibes, la canasta con el termo, el mate y los biscochitos 9 de Oro y parten campo traviesa en la Renault 12 Breack 81. El tipo es fana del Chivo y de Ortelli, pero se banca los Volkswagen. Pasa una Touareg de dos toneladas y en una curva ciega la levanta como sorete en pala a la Naty. El alemán se retira de la competencia. El tipo enviuda pero hasta 200 lucas le podrían pagar por la patrona, que en paz descanse.

Entre el calor y el hacinamiento, a un grupo de viejas se les pone en la cabeza que el paraguayo de la esquina (el único que labura en 400 metros a la redonda), manoseó a la Yolanda. La Yoli tiene 15 años y es tan puta como la madre, que tiene seis pibes más y once dientes menos. Crece la bronca por no poder ir a La Toninas. No llueve y encima se corta la luz cada dos por tres. Hay un irresistible encanto entre la negrada por prender fuego la casa de alguien que está mejor que ellos. Algo así como la delación durante el oscurantismo de alguien que terminaba en la hoguera, pero bien de acá, bien suburbano.



Se juntan frente a la casa del violador y los pibitos del barrio más resentidos que aburridos, la apedrean, le escriben "Violeta andate", "Te bamos a matar". Entran, le afanan el televisor, el equipo de música y 300 pesos, le queman la casa justo cuando la policía le avisa a Crónica TV que se está armando bardo en el Barrio Aurora de Laferrere.

El Gitano se fue de gira. Mientras una legión de mamertos opina que su mensaje es contra las adicciones. Justo él, que chupó un litro de whisky por día desde que tenía 23 años y llegó a fumarse 80 puchos hasta que los pulmones le dijeron basta a los 64, se les debe estar cagando de risa.

Las chicas se encuentran en la Avenida Eduardo Arana y Luis Constanzo en Luis Guillón y parten hacia Congreso. Hacen 32 grados de sensación térmica. Ellas, justo ellas, que no votan porque les enferman las filas en las escuelas, esperan el micro. Van todas, algunas llevan una bombacha en la cartera porque si se da la oportunidad la pondrán en el cajón.


En las filas están todos. Perdedores de la vida, desesperados, mecheras y punguistas, tipos que van de levante. Un par de turistas japoneses. Un Sandro trucho que reparte tarjetitas. Minas con ganas de clavarle las guampas al marido. Vendedores de cubanitos con Dulce de Leche, gaseosas, alfajores y maíz inflado. A las seis de la tarde se larga a llover. Menos mal que compraron el póster de Sandro de América para usarlo de paraguas.

Los vecinos se juntan en De los Delfines y las Sirenas en Pinamar. Están cansados de la música que sale del Complejo KU El Alma. A las siete de la mañana pasa un helicóptero de la Bonaerense. Los pibes se revolean con botellas, después la siguen con piedras. Todos saben que el intendente De Vito arregló con los dueños, que son los que le hicieron la cama a Porretti, que los combatía por vender falopa, pero a nadie le importó.


Algunos golpean cacerolas. Otros, que se horrorizan de los piquetes en Capital, cruzan sus autos en la calle. Les dicen que "no hay directivas para actuar", se enojan más todavía, pero se van a sus casas a bañarse para salir a cenar. Entre los que hinchan las pelotas a la madrugada, están también sus hijos. Pero hoy lo que preocupa es que una empanada de delivery cueste 4 pesos con cincuenta y una pizza 45 mangos, todos putean, pero las compran.

El Grupo Halcón llegó a Pinamar a cuidar a los funcionarios del gobierno nacional en Mar de las Pampas y Cariló. Los vecinos se indignan por la cantidad de robos en sus casas y porque a ellos no le ponen un policía también. Las sirvientas, jardineros y personal de maestranza de hoteles y Spa, esperan los colectivos que los devuelvan después de 8 horas de trabajo. A General Madariaga o a los barrios La Carmencita y Monte Rincón en Gesell. Al rayo del sol. La junta vecinal de Cariló determinó que emplazar casetas en las paradas "rompe el equilibro ecológico del bosque", no así sus cuatriciclos ni sus camionetas.


Ya muchos comenzaron a caminar sobre la Ruta 123 en Corrientes para llegar el viernes 8 al Santuario. No para de llover y sólo hacen 35 grados. El año pasado la temperatura estaba en los 40º y el sol rajaba la tierra y sin embargo se calcula que fueron a venerar al Gauchito Antonio Curuzú Gil más de 100 mil personas.

La vida, pese a Internet, sigue estando en la calle, en los espacios públicos. Pero a mí me duelen las rodillas para andar caminando por ahí.


Se largó el concurso Peronistas de Perón

¡Mandá la tuya también!
Primer Premio una motoneta Siambretta
como la que usaba el General cuando intimaba
con las compañeras de la UES

¿Alguien puede dudar que esta cara no es la de un verdadero peronista?
(aclaro que no sé quién es pero me pareció espectacular)

6 de enero, el año está perdido.