El Groncho Peronista

Peronistas somos todos. Nacemos con el carnet bajo el brazo, aunque no querramos reconocerlo. El Movimiento es tan amplio que entramos todos, y en algún momento de la vida, sentimos, hasta el peor gorila, que tenemos algo de peronistas.

El groncho Peronista de Perón

Para el El Groncho Peronista de Perón, o del Groncho del Peronismo Peronista, todo tiene medida exacta si se lo compara adecuadamente con los gobiernos del General. El Metro Patrón no está en París, descansa en la Quinta de San Vicente. Si va a un Hospital Público, cuenta que con Perón se inauguraron 250 en tres años y que Ramón Carrillo inventó la asistencia social.


De vacaciones martiriza a su familia contando que millones de personas conocieron por primera vez el mar gracias al Turismo sindical, describe la primera vez que pisó el complejo Chapadmalal, y la República de los Niños de Gonnet, ésa en la que se inspiró Walt Disney para hacer "algo parecido".

Al aguinaldo le dice Sueldo Anual Complementario, porque, les recuerda a todos que "aguinaldo" significa regalo y el término lo acuñaron los gorilas que se oponían a la Ley que lo instituyó, por supuesto en el gobierno de Perón. Cuando mira la hora y justo son las ocho y venticinco, se repite para sus adentros "20.25, la hora en que Evita pasó a la inmortalidad".

Ve en cada jardinero, maestra y mozo, en cada técnico de TV Cable o trabajador que se cruza por la calle, a un compañero peronista. Es solidario por naturaleza, como si Perón lo mirara desde el cielo. No le caen bien los grupos de piqueteros, para él sólo existe una sóla clase de hombres: los que trabajan (y están afiliados a algún sindicato). A la vez siente que es un eterno perseguido por ser peronista, si uno les da pie, enseguida arrancan contando las épocas de Onganía, Lanuse o Alfonsín. aunque haya nacido en el 86.


Sólo reconoce dos gestas en la historia argentina: la de la Independencia y la de la Resistencia Peronista del 55 al 73. Para él al Cordobazo lo hiceron los obreros, no los zurdos como René Salamanca o Agustín Tosco. El único desaparecido que conmemora es al Gato Smith Secretario General de Luz y Fuerza. De Isabel no habla, de los Montoneros tampoco.

Se vuelve insoportable, pero su presencia nos recuerda permanentemente que hubo un tiempo mejor, en el que la alegría era derecho y deber.

El Groncho Peronista K

El Groncho Peronista Kirchnerista sufre la dualidad de decirse pero no sentirse peronista. Daría parte de su vida porque Perón lo hubiera echado de la Plaza y a la vez, que eso nunca hubiera ocurrido. En el 76 era chico, pero hoy cuenta "cómo zafó de los milicos". A la Universidad iba a levantarse minas aunque por sus dichos parece que vivió la Liberación de Argel.

En el 83 le cayó bien que ganara Alfonsín y en los noventa ni estaba enterado que gobernaba Menem. Para él, el Perro Santillán era un revoltoso y Raúl Castells un marginal. Sin embargo se deleitaba escuchando las conferencias de Juan Carlos Dante Gullo y Alcira Argumedo.


En su interior más profundo odia a Perón, pero ama a Evita. Prefiere hablar del Colorado Ramos y la izquierda nacional, y de Jauretche, solo reivindica lo que le conviene. Se informa con Página 12 y le encantan las operaciones de prensa de revista 23. Es bolivariano, pro cubano y pro palestino. Si leyera libros y supiera algo de historia, seguramente discutiría sobre la "vanguardia iluminada" y la necesidad de constituir una elite política de avanzada que interpretara a la masa en el camino al "socialismo nacional", pero por ahora se dedica a tramitar subsidios.


El groncho Neo Peronista

Bien puede ser una adaptación del Groncho PK. Es peronista desde que consiguió un contratito en el Anses o en el Ministerio de Economía. Aunque prefiere reivindicarse "kirchnerista". Refiriéndose al ex presidente dice Néstor: ejempo "Néstor tiene muy en claro cuál es el perfil adecuado del Justicialismo en el proceso de la transformación nacional".


Militó en el Partido Intransigente o fue alfonsinista, o nada, pero hace cuatro años que "se siente representado". Odia a los negros como todos, pero él justifica su acercamiento porque "los compañeros piqueteros están un escalón más alto que los trabajadores en lo que a conciencia de clase se refiere. Como no tiene anécdotas peronistas para contar, y el manual de Conducción Política de Perón es largo y aburrido (y presiente que desactualizado), habla de Bernardo Klinsberg y su nueva teoría del derrame social, y cita a José Num en cuanto a "la conformación de los nuevos espacios de poder popular".

Dice despreciar el menemismo. Sin embargo se desespera porque su jefe le consiga un crédito blando en el Banco Nación. Lo de la valija, sabe, es una operación de la CIA. Cuando el Kirchnerato llegue a su fin, el Groncho PK girará a la izquierda o a la derecha, poco importa. Protagonista de una degradación política inexplicable, su abuelo era conservador, su viejo radical y el ahora es peronista, es coherente en cuanto al espíritu acomodaticio familiar.


Peronistas somos todos, me cago en Satanás

(Mañana vuelvo con las noticias o voy a perder a mis audiencias)