viernes, 23 de noviembre de 2012

Arte, arte, arte!

La triste historia la conocemos todos. Como un Tolstoi  moderno, con pinceladas del moralismo sin dobleces de un Máximo Gorki y la simpleza balbuceante de un Máximo Kirchner, un docente con anteojos de sol horripilantes, escribe una pieza que está llamada a competir con Las del Barranco, del compañero Gregorio de Laferrère.


Aquí, una gordita que quería ahorrar en dólares, quien a pesar de vivir en Santa Fe hablaba como panameña es arteramente asesinada por un morochito que pretendía construir una patria Justa Libre y Soberana en la que lamentablemente, como en su silla de ruedas, no había lugar para todos.

Tras un largo proceso, en la que cambian seis jueces, amenazan a dos fiscales y publican los mails personales de los camaristas, finalmente la Justicia condena al negrito, conocido en ámbitos oficialistas como alias "El vengador rodante", a ocho años de prisión.

Para adecuar las instalaciones a las necesidades del compañerito de la sillita de ruedas, el ministro Julio Alak invierte cariñosamente 172 millones de pesos. En un acto que preside la faraona, inauguran dos rampas y un pasamanos en la ducha.

Adelante los jóvenes pioneros de la revolución del amor.
Atrás puede apreciarse el moderno edificio de 
la flamante escuela Néstor Kirchner

Tras unos meses de introspección y sin admitir su culpa ni arrepentimiento, el protagonista se hace travesti. Comienza a tocar el redoblante en la murga del Penal y con tímidos movimientos de su caderita, casi sin darse cuenta, termina enrolado en Vatayón Militante.

La última vez que se lo vio iba disfrazado de Hombre Araña rodando abajo por las barrancas de Belgrano al ritmo del Tuta Tuta de Los Auténticos decadentes una húmeda y calurosa tarde del carnaval porteño.

La sobrina de la gordita asesinada, con la indemnización, se pone un negocio en Cabildo y Blanco Encalada. Se le inunda una mañana en la que cae un chaparrón aislado. Mientras vendía ropa mojada en la vereda es atropellada por una motito de delivery.

Al maestro que escribió el guión le hacen un sumario en el que revierten la carga de la prueba y lo obligan a demostrar que no es infradotado. No puede hacerlo, por infradotado.

Final feliz
Ahora el docente se encuentra abocado a reescribir el guión de otra pieza maestra de la cinematografía nacional. La historia de un hombre que vino a compartir un sueño y que se llevó la plata de millones de soñadores mientras estaban entretenidos comprando televisores y cambiando el coche para pasarse una semana en Santa Teresita.

Convicción. El líder distrae a su propio padre haciéndole
cuernitos mientras le arrebata la billetera con
 su mano izquierda. Siempre con la izquierda.

En la nueva versión queda más claro que al Néstor lo atropelló un tren conducido por el zurdito de Mariano Ferreyra quien quería dejar trunco ese sueño de regalar violines y empujar coches empantanados en el barro.

Conmovedor. El estadista intenta ahorcar a la abogada exitosa
mientras la diabla le pide dos propiedades más.

Allí quedará claro que el hombre cumplió. A su manera, cumplió. Que no dejó en la puerta de la Casa de Gobierno sus convicciones. Siguió choreando como cuando era gobernador, con los mismos personajes y el mismo amor.

Hay que destacar que la película demuestra también la clara convicción militante de no discriminar. Aunque costó cuatro millones de pesos consiste en una sucesión de imágenes cortadas y pegadas. Se chorean entre sí sin miramientos.

Libertad YA a la compañeraza Fanny Heit.
Por una navidad sin presos políticos

Ahora está en carpeta contar la terrible historia de esa que fue secuestrada, violada y humillada por quienes decían amarla pero lo único que buscaban era afanarle la plata. Decían que lo hacían por un dogma y una fuerza superior incuestionable. Que lo hacían por su bien y terminaron tirándole Raid en la cabeza para matarle los piojos. Lo malo, es nuestra historia. Lo bueno, podemos saltar la medianera cuando tomemos la decisión.


Se termina noviembre, el mes en el que les llenamos las calles y se las vaciamos. Pero está claro que la cheta y su banda de roba abuelos no van a a darnos pelota hasta que les armemos las carpas en la Quinta de Olivos y Plaza de Mayo. Me imagino que Magneto y el Grupo Clarín podrán pagarse los baños químicos y Camioneros aportar el jugo de naranja y los sanguchitos.


Lo importante: Recordar que putos somos todos, peronistas también.
Nos leemos por ahí.