Me niego a creer que las circunstancias actuales incapaciten al hombre para hacer una tierra mejor. Me niego a compartir la opinión de quienes pretenden que el hombre esté cautivo de las noches sin estrellas, del racismo, de la opresión, de la guerra.
Me niego a creer que la aurora radiante de la Paz y de la fraternidad, no podrá nunca llegar a ser realidad. Me atrevo a creer que un día todos los habitantes de la tierra podrán hacer tres comidas al día para mantener la vida de su cuerpo, y podrán recibir la educación y la cultura necesarias para la salud de su espíritu, y la igualdad y la libertad para la vida de su corazón.
Creo igualmente que un día toda la humanidad reconocerá en Dios a la fuente de su amor. Creo que este amor salvador y pacífico será algún día la Ley. El lobo y el cordero podrán descansar juntos y todos los hombres podrán sentarse bajo su higuera, en su viña y nadie tendrá motivos para tener miedo.
Martin Luther King
Hasta mañana. Esto no daba para más.
Permanezcan fieles, la vida es triste sin Bolas de Fraile